La autoestima es AUTOCOMPASIÓN.
Y cuando digo autocompasión me refiero a amor hacia un@ mism@ de modo sano y hondo.
En algunos casos es conveniente trabajar con el/la paciente el ego personal, pues si éste/a se siente inseguro/a y se infravalora, hay que ayudar además de atestiguando desde la consciencia, para lo cuál es de gran ayuda la meditación,también reprogramando las creencias que le hacen sufrir para que se sienta mejor.
Una autoestima equilibrada nos permite amar más, a nosotr@s y a todo lo que nos rodea.
Una autoestima baja suele provenir del rechazo percibido en la infancia por parte de la familia, profesores, iguales… y se crea a partir de “programas creencia”( etiquetas, comparaciones, humillaciones…) que el menor acaba identificando como verdades absolutas de sí mism@.
Sabemos que alguien tiene baja autoestima porque se siente incompetente ante quienes ellos consideran más competentes, o ante figuras de autoridad y además se toman las palabras que se les dicen de forma absoluta, en el sentido de creer que son aquello que el otro les transmite. En cambio la persona con buena autoestima resuelve sus problemas en lugar de quedarse en la mera preocupación.
Además el cultivar la mirada meditativa ayuda conectar con la esencia más allá de la persona, ayuda a autosostener estados emocionales dolorosos, propicia la progresiva desidentificación de los pensamientos dañinos y abre la vía hacia la autocompasión y el amor como estado de conciencia que emerge sin objeto.
Además el cultivar la mirada meditativa ayuda conectar con la esencia más allá de la persona, ayuda a autosostener estados emocionales dolorosos, propicia la progresiva desidentificación de los pensamientos dañinos y abre la vía hacia la autocompasión y el amor como estado de conciencia que emerge sin objeto.
En nuestro día a día podemos estar más atent@s y descubrir cómo funciona nuestra mente, darnos cuenta (CONSCIENCIA). Percibir las reglas e inflexibilidad, el perfeccionismo, la vulnerabilidad ante la crítica y la falta de autoafirmación. Así mismo ayuda el observarnos en situaciones interpersonales como el contacto con extraños, con personas deseables sexualmente, ante un error, con las figuras de autoridad, cuando nos sentimos heridos, en situaciones de rechazo, en conversaciones con gente que valoramos y podemos recibir desaprobación.
Por otra parte hay varias prácticas que ayudan a sanar la autoestima ( PAUTAS RACIONALES Y LÓGICAS):
I. Decirse a un@ mism@ más cosas positivas
II. Decirse menos pensamientos negativos cuando aparecen las debilidades y transformarlos en positivos
III. Decir a los demás qué cosas valoramos de ell@s (caricias psicológicas) y saber recibir cumplidos
IV. Tener una visión objetiva, realista y positiva del mundo, partiendo de nuestra condición de seres únicos y dejando de responsabilizarnos de los sentimientos de los demás. Aumentar el sentido del humor
V. Liberarse de las comparaciones
VI. Prescindir de la indecisión ( ver los errores como aprendizajes, improvisar, desligar la conducta inadecuada del valor de la persona, sentir y mostrar corporalmente seguridad y aplomo)
VII. Saber decir no
VIII. Recordar y recrear experiencias positivas en la imaginación
El lenguaje es muy importante y por ello podemos reprogrmarnos cambiando los absolutos “nunca, siempre, todo, nada, totalmente, perfecto”, por “ a veces, en ocasiones, algunos/as etc” y los “debería” por “quiero”. Así mismo es aconsejable prescindir de la dualidad “bueno-malo”.
Por último podemos trabajar también con el INCONSCIENTE, mediante autosugestión o autohipnosis.
El amor es la ausencia de miedo, pues el amor contiene y sostiene todo. Nos devuelve a la corriente de la vida, del dar y recibir. El amor es la realidad verdadera y el miedo es un producto de nuestra mente, por tanto es irreal.
El miedo es una súplica de amor, nadie ataca sin sentirse amenazado.
Suspender el juicio nos libera del miedo y nos abre al amor.
GRACIAS
Gracias Rut!!! por tu mirada transpersonal y profesional y por este espacio compartido.